8/7/08

Situación límite - Joseph Conrad

Había sido una auténtica compañera de navegación y también una auténtica mujer. Para él era como un artículo de fe que nunca había habido ni podría habe ni a flote ni en tierra firme un hogar más entrañable y luminoso que su casa de debajo de la toldilla del Cóndor,(..).

(..)Pero el capitán Whalley podía en media hora de soledad vivir de nuevo toda su vida, con el romance , el idilio y la pena. Tuvo que cerrarle los ojos él mismo. Se fue debajo de la bandera como correspondía a una esposa de marinero, marinera de corazón.(..)

No es fácil que el hombre lo olvidase;pero no puede uno contener la vida como quien embalsa una corriente perezosa. La vida se abrirá camino y fluirá por encima de las preocupaciones de uno, se cerrará sobre una pena como el mar sobre un cadáver, por grande que sea el amor que se ha ido al fondo. Y el mundo no es malo.

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